jueves, 22 de diciembre de 2011

El secreto de la piedra

Una tarde de finales de Septiembre, dos hombres vestidos tipo explorador, montaban en un todoterreno (4x4) en el desierto del Sáhara, uno de los desiertos más grandes del planeta Tierra. Su intención principal era dar un paseo por allí, como muchas veces hacen.
Sin embargo, este paseo resultó ser algo especial: por el camino, encontraron en una gran duna, unas extrañas piedras de color negro. Eran muy pocas. Encontrar en una duna unas piedras tan raras es muy difícil.
Los dos hombres bajaron para ver las piedras. Eran algo feas. Uno de ellos las observó y decidió coger la más bonita. La cogió y para sacar más información sobre esa extraña piedra, la olió. Según él, olía a petróleo. El compañero también quiso olerla para comprobar que lo que decía su amigo era cierto: ¡Así era, olía a petróleo!
En ese mismo instante, se le ocurrió una idea, pues pensaba que una piedra no podía ser así de fea. Entonces, cogió un martillo que llevaba en el maletero de su todoterreno y la golpeó con el fin de ver cómo era por dentro. Los dos amigos se quedaron boquiabiertos: ¡era preciosísima!
Ellos decidieron llevársela para enseñárselo a sus amigos y familia, algo tan bello debía ser mostrado a todos.
El propietario del vehículo guardó la piedra en el rincón más seguro y fácil de encontrar, con la intención de mantenerlo en buen estado. En el camino, notaron que en el lugar que guardaron la piedra se sacudía.
Al principio, creyeron que era porque en el desierto, al estar lleno de pequeñas dunas, se sacudía el coche entero. Poco después supieron que no era así. Se sacudía muchísimo hasta el punto de que la piedra salió de su cajón. El conductor paró el todoterreno rápidamente. Miró por el espejo retrovisor y vio la piedra ascendiendo por el aire. Miraron los dos hombres hacia atrás y vieron la piedra separándose sola. Toda la “purpurina” que había en su interior comenzó a brillar muchísimo y dio un destello enorme. Cuando los dos hombres abrieron los ojos, la piedra ya no estaba. Buscaron por todo el todoterreno y no la encontraron. También buscaron a unos metros de su posición en el desierto y nada. Entonces, el más interesado por la piedra, con mucha rabia, gritó:
¡¡¡Noooooooooooo!!! El grito se escuchó a muchos metros.
Ahora nos vamos a Europa, en España y dentro de España, en Andalucía.
En un colegio, hay unos amigos muy amigos que están en 5º de Primaria. Son cuatro niños y dos niñas: Raúl, Alejandro, Hugo, Joel, Elisabeth y Claudia. Quedan muchos días en la calle. Pero un día que habían quedado miraron hacia el cielo y vieron como un meteorito que se movía muy rápidamente hacia un parque que estaba a unos 400 metros. Todos corrieron hacia allí y encontraron aquella piedra. Entonces, Alejandro preguntó:
-¿Qué es esto?
-No tengo ni idea-respondió Joel-.
-Parece una piedra-afirmó Elisabeth.
Entonces la cogieron y vieron que tenía una grieta en el medio y la abrieron. Ellos también se quedaron boquiabiertos al verla por dentro, la cual era preciosa.
Pensando, Claudia resaltó: -Puede ser una piedra mágica, que cumpla nuestros deseos o nos dé buena suerte.
-O también una piedra especial que formaba parte de algún cometa.-opinó Raúl.
Todos opinaron sobre lo que podía hacer la piedra hasta que decidieron probar todas las deducciones.
---¡Quiero ser muy guapa!-exclamó Claudia. El deseo no se cumplió, ni siquiera se sabe si cumple deseos.
-Yo quiero tener buena suerte-dijo Elisabeth. Y probó, fue andando para atrás y se tropezó con una piedra. Esto tampoco se cumplió.
Yo quiero ser ¡delegado de clase!-dijo tramando algo Joel. Entonces, les dijo a todos que si era delegado. Le respondieron que no. Joel se llevó una gran decepción. Tampoco funcionó.
Ahora Hugo quería probar:
-Quiero ser muy bueno jugando al fútbol y que todos digan que soy muy bueno.
Probaron a jugar al fútbol y Hugo jugaba igual. Le tocaba ahora a Alejandro:
-¡Quiero que todas las niñas me quieran! Le preguntó a Elisabeth eso y le dijo que no. Alejandro se sorprendió mucho. Sólo le faltaba probar a Raúl:
-Me gustaría aprenderme de memoria todo lo que demos y que nunca se me olvide. Intentó recordar lo que daba en 1º y no se acordaba.
Entonces de repente, se escuchó una voz proveniente de la piedra:
-La belleza, la fortuna, el poder, la fama y la sabiduría no se puede desear, se desea el bien de todos…
La voz dejó de hablar, pero los niños no comprendieron lo que quería decir eso. Pensaron un buen rato y nada. -<<La belleza, la fortuna, el poder, la fama y la sabiduría no se pueden desear, se desea el bien de todos>>. ¿Qué significado tendrá esa frase? Piensa, piensa, piensa… ¡Un momento! ¡Se lo podemos preguntar a la profesora de religión!-pensó Raúl.
Raúl les comunicó su idea a todos y les pareció bien.
Al día siguiente, un miércoles, le preguntaron eso a la profesora de religión. Ella le respondió que se lo diría al final de esa clase. Toda la clase se puso a hablar sobre esa pregunta. La profesora dio un gran grito y todos se callaron. Al final de la clase, en el pasillo la profesora le respondió a ellos:
-Veréis, eso quiere decir que no debes pensar sólo en ti y en beneficiarte, tienes que hacer todo lo posible en ayudar a los demás por su bien.
Ahora los chicos lo comprendieron. Por la tarde del mismo día, cogieron la piedra. Todos sabían lo que tenían que decir. Entonces llegó el gran momento. Todos se prepararon y lo dijeron: -¡Queremos que todos los niños se esfuercen y trabajen más! Pero esto sí se cumplió; todos los niños traían todos los días los deberes y estudiaban y se esforzaban al máximo.
Entonces esa tarde quedaron en el parque en el que encontraron la piedra. Se trajeron la piedra y, de repente, ascendió en el aire, se abrió y se volvió a escuchar aquella voz:
-Enhorabuena, chicos. Habéis aprendido a pensar en los demás. Pero tengo que irme. Adiós.
Entonces la piedra lanzó un potente destello. Cuando los niños abrieron los ojos ya no estaba.
Desde aquel día, siempre pensaron y ayudaron a los demás.

FIN
Raúl García Borrego ( 5ºA ).

1 comentario:

  1. Es uno de los mejores cuentos y además,¡Raúl está en mi clase! Es uno de mis mejores amigos

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